El Parlamento Europeo defendió casi unánimemente un aumento de las inversiones para mejorar los servicios de transporte público y sus infraestructuras, el pasado martes, 17 de junio por la noche, en la sesión plenaria que se celebró en Estrasburgo para debatir las condiciones marco de la Unión para unos servicios de transporte público competitivos, eficientes y sostenibles a todos los niveles.
De este modo, varios diputados mencionaron las dificultades de movilidad que enfrentan numerosos ciudadanos. “Según Eurostat, cerca de uno de cada tres europeos vive en zonas con baja densidad de población: más de 137 millones de ciudadanos residen en zonas rurales, montañosas o periféricas”, reveló Antonella Sberna (CRE, italiana). Y Dariusz Joński (PPE, polaco) apuntó que “el 40% de mis compatriotas vive en zonas rurales, donde el coche no es un lujo, sino una necesidad”.
A su vez, la eurodiputada Rosa Serrano (S&D) afirmó que “el transporte público no es solamente una cuestión de movilidad, es una herramienta de igualdad, de cohesión y de justicia social”, explicando que, en España, el autobús representa el 60% de los viajeros en transporte colectivo: “Conecta ciudades y pueblos y también garantiza el derecho a moverse a todas las personas, vivan donde vivan. Tenemos un modelo que funciona. Un modelo asequible, de calidad, estable en precios y con una colaboración público-privada muy ejemplar. Europa debe mirar este modelo como ejemplo. De hecho, la Comisión Europea reconoce, en su informe de 2024, que la política de promoción del transporte público de España es un ejemplo para abordar la pobreza en el transporte”.
Por eso, insistió en que el “marco europeo debe reforzar y potenciar sistemas como el nuestro que garantizan la cohesión territorial”. Así, “instrumentos financieros como el Fondo Social para el Clima deben servir para afianzar también el transporte público como una herramienta y una pieza clave en el puzle de la movilidad sostenible, asequible y eficiente”. “Movilidad asequible y de calidad es hablar de igualdad y la igualdad es la base de nuestro proyecto europeo”, concluyó.
Otros diputados expusieron argumentos a favor del medio ambiente. “Europa ha reducido sus emisiones de CO2 en un 37% entre 1990 y 2023. Sin embargo, la contaminación procedente del transporte privado sigue aumentando: un 25% más desde 1990”, subrayó François Kalfon (S&D, francés).
Para resolver el problema, se propusieron varias soluciones, entre ellas la cuestión presupuestaria. Kalfon propuso aumentar el presupuesto europeo destinado al transporte, pasando de 25 a 100 mil millones de euros, para financiar una movilidad descarbonizada en las grandes ciudades.
“El próximo marco financiero plurianual debe prever fondos importantes para apoyar a las autoridades locales y regiones que deseen modernizar el transporte público y adquirir vehículos o infraestructuras fabricadas en Europa”, estimó Kosma Złotowski (CRE, polaco), con el apoyo de Lena Schilling (Verdes/ALE, austríaca). Nina Carberry (PPE, irlandesa) abogó por el fortalecimiento del ‘Mecanismo para la Interconexión en Europa’ (MIE) en el marco financiero plurianual posterior a 2027.
Por su parte, los alemanes Jan-Christoph Oetjen (Renew Europe) y Kai Tegethoff (Verdes/ALE) defendieron la liberalización de los sistemas de venta de billetes. “Espero que la Comisión Europea presente finalmente una propuesta para simplificar la emisión de billetes de manera que la gente pueda reservar con un solo clic desde su móvil, desde el punto de partida hasta el destino”, declaró el primero.
Finalmente, Apóstolos Tzitzikóstas, comisario europeo de Transportes y Turismo Sostenible, apeló a la responsabilidad de los Estados miembros, especialmente a través de sus planes de recuperación y la revisión del reglamento sobre la red transeuropea de transporte (RTE-T).