• La profesionalidad de los conductores, los sistemas de seguridad de vanguardia de las flotas y la capacidad del autobús para reducir el tráfico, cuestiones clave.
• El presidente de CONFEBUS, Rafael Barbadillo, destaca “la importante inversión” del sector en modernización de flotas, digitalización y formación de conductores para evitar accidentes.
CONFEBUS se suma un año más a la celebración del Día Mundial de la Seguridad Vial, promovido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El principal objetivo de esta conmemoración, que se celebra hoy, es la promoción de la educación vial como estrategia para evitar accidentes de tráfico y reducir el número de víctimas en carretera a cero. Un desafío para el que el autobús, como modo de transporte por carretera más seguro que existe, está preparado.
Las características del autobús convierten a este modo en el principal aliado para combatir la mortandad en carretera. Así lo atestiguan las cifras de la Dirección General de Tráfico (DGT): en 2024, la tasa de siniestralidad fue del 0,1%, la más baja de entre todos los modos de transporte, con dos víctimas. Con todo, CONFEBUS, que con cerca de 2.000 empresas representa al 70% del sector, seguirá poniendo todos los medios para no tener que lamentar más víctimas ya que la seguridad vial es, como bien defiende la DGT, un proyecto de país.
Son varios los factores que explican por qué el autobús es el modo de transporte más seguro. Uno de ellos, y que no siempre se tiene en cuenta, es la capacidad del autobús de mitigar las congestiones de tráfico. Los atascos tienen un impacto directo en los accidentes de tráfico. En ellos, son habituales los alcances traseros, pero también la irritabilidad y frustración de los conductores, factores que disparan el riesgo de accidente, especialmente en las zonas urbanas y durante las horas punta. En ese sentido, cabe destacar que un autobús sustituye a una media de 20 turismos, lo que supone un alivio en la densidad de tráfico y una importante reducción de emisiones de gases contaminantes.
Hay que reseñar, asimismo, que los autobuses están conducidos por profesionales muy formados, lo que incide en la seguridad tanto de los pasajeros del propio vehículo como de los del resto de vehículos que ocupan la vía pública. Para poder conducir un autobús, estos profesionales pasan por varios procesos de formación continua y certificación rigurosa (formación teórica y práctica intensiva en conducción racional de vehículos de gran volumen, seguridad vial, normativa, y atención al cliente, así como conocimientos básicos de mantenimiento del vehículo). Gracias a ello, están preparados para gestionar todo tipo de situaciones de emergencia. Los conductores de autobús están sometidos a normativas sobre tiempos de conducción y descanso, por lo que están en las condiciones físicas y mentales adecuadas para llevar a cabo su trabajo con diligencia y condiciones de seguridad.
Por otro lado, la moderna flota de autobuses que tiene España cuenta con los sistemas de seguridad más avanzados que reducen el riesgo de accidente. Gracias a tecnologías como el control de estabilidad, el frenado de emergencia o la ayuda a la conducción, los accidentes son mucho menos frecuentes y, en caso de producirse, con menores perjuicios para los pasajeros. El sector hace constantes esfuerzos económicos para renovar sus flotas: de media, unos 800 millones al año. El desarrollo de la digitalización del sector y la incorporación de modelos de autobús más modernos son decisivos a la hora de mejorar la seguridad y la prevención de accidentes.
CONFEBUS se compromete a seguir velando por la seguridad en el transporte en carretera y anima a las administraciones a que continúen en su decidido esfuerzo para reducir al máximo la siniestralidad. En el contexto de los últimos años, en los que la demanda de transporte en autobús ha crecido de forma sostenida, CONFEBUS pide a las administraciones una apuesta aún mayor por las infraestructuras dedicadas al transporte colectivo, como carriles exclusivos y paradas seguras, entre otras, que ayudarían a fomentar el uso del autobús y, por tanto, a minimizar el número de siniestros.
Rafael Barbadillo, presidente de CONFEBUS, asegura que “la seguridad de los viajeros es nuestra prioridad”, un hecho que se demuestra con “la importante inversión que realizan las empresas cada año en formación de los profesionales de la conducción y en la renovación de las flotas”. “La seguridad vial centra todos los esfuerzos del sector y somos conscientes de que hay que seguir implementando mejoras y no cesar en nuestro empeño hasta alcanzar el único objetivo aceptable: Cero Víctimas”, concluye el presidente de CONFEBUS.