• Rafael Barbadillo, presidente de CONFEBUS, señala al autobús como “líder silencioso de la movilidad sostenible”.
• Las administraciones han fomentado el uso del transporte público con medidas como las bonificaciones, pero aún queda mucho camino por recorrer.
El Día Mundial del Medio Ambiente, promovido por las Naciones Unidas y que se celebró el pasado jueves, 5 de junio, ha conseguido convertirse en una de las plataformas mundiales con mayor alcance en favor de las causas ambientales, entre ellas la transición energética y la movilidad sostenible. La Confederación Española de Transporte en Autobús, CONFEBUS, que representa a cerca de 2.000 compañías del sector, se adhiere un año más a este propósito. Y es que el autobús es el modo de transporte de viajeros por carretera más alineado con los objetivos de transición energética y movilidad sostenible.
El presidente de CONFEBUS, Rafael Barbadillo, ha señalado al autobús como “líder silencioso de la movilidad sostenible”, que debe capitalizar el desafío que supone la transición hacia una economía limpia, descarbonizada, digitalizada, justa y equitativa”.
Este liderazgo, si bien supone un orgullo para el sector, es también un reto. Todavía queda camino por recorrer para convertir a este modo de transporte en la principal referencia de la movilidad de bajas emisiones. En ese sentido, Barbadillo ha pedido a las administraciones públicas “ir de la mano, con medidas tanto políticas como económicas”.
A la voluntad del sector de transitar hacia un modelo de transporte más respetuoso con el medio ambiente se le suman los ambiciosos objetivos de reducción de emisiones recogidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Para conseguir estos objetivos, el presidente de CONFEBUS ha pedido que una parte importante de los 9.000 millones de euros de inversión que contempla el Fondo Social para el Clima, para mitigar el impacto de incluir al transporte por carretera en el sistema de comercio de emisiones de la UE, se destinen al sector del autobús. “Qué mejor forma de avanzar hacia la descarbonización que buena parte de estos fondos vaya a parar al transporte público, puesto que supone menores emisiones que otras formas de movilidad”, ha asegurado.
Además de realizar reformas estructurales (contratación pública, ley de desindexación, absentismo) que permitan impulsar la viabilidad de los servicios públicos de transporte en autobús, CONFEBUS propone utilizar el Fondo Social por el Clima en España para la política de bonificaciones al uso del transporte público en España y el incremento de la oferta de servicios de transporte público para cumplir los objetivos comprometidos con la Comisión Europea en el PNIEC para 2030. Igualmente, es importante aprovechar los recursos del Fondo para establecer ayudas para adquisición de flotas más sostenibles, infraestructura de recarga, achatarramiento de vehículos y para asegurar el suministro energético.
Por otro lado, se deberían realizar actuaciones en materia de infraestructura para potenciar el transporte público y colectivo (p. ej. carriles bus-VAO, priorización semafórica, política de bonificaciones tarifarias, etc.), así como despenalizar transbordos o reforzar el aumento de viajeros (actuaciones en estaciones e intercambiadores). Asimismo, los recursos del Fondo podrían aprovecharse para desplegar soluciones de digitalización para servicios de transporte público más eficientes en zonas rurales o de baja densidad poblacional y para servicios de autobuses que conecten esas zonas con las estaciones más cercanas u otros nodos de conexión.
Pese a que todavía se puede apuntalar aún más el sector con medidas como las mencionadas, Rafael Barbadillo ha reconocido también que algunas políticas públicas puestas en marcha en los últimos años han promocionado el transporte público, con la reducción de emisiones que ello supone. Entre ellas, las bonificaciones al transporte, que han fidelizado a una ciudadanía que cada vez con mayor asiduidad recurre al autobús, el metro o el tren.
La experiencia de estos últimos años ha demostrado cómo el aumento del uso del autobús ha supuesto una importante reducción de la contaminación, dado que el transporte en su conjunto es una de las actividades más contaminantes. Cabe destacar que un autobús sustituye a una media de 20 turismos, evitando así la emisión de 6,7 millones de toneladas de CO2 que se hubieran generado si los mismos usuarios se hubiesen desplazado en su propio vehículo. Además, el auge de combustibles más respetuosos con el medio ambiente, como el hidrógeno o los autobuses eléctricos, muy presentes ya en las grandes ciudades, son una palanca más en la reducción de emisiones.
Este año, el Día Mundial del Medio Ambiente hace un especial hincapié en la necesidad de reducir el consumo de plástico. En este sentido, CONFEBUS ha intentado dar ejemplo a través de sus eventos. En CONFEBUS Summit´25, celebrado el pasado mes de marzo en Sevilla, la Confederación contó con un plan para mitigar la huella de carbono y reducir la utilización de plásticos en cartelería, menaje, materiales, gestión de residuos…, confirmado con la obtención del Certificado de Sostenibilidad y la posterior compensación de la huella de carbono generada por el evento. Una “muestra del compromiso del sector con la sostenibilidad”, como subrayó Barbadillo durante el evento.