La semana pasada lanzamos un nuevo número de la Revista CONFEBUS bajo el título CONFEBUS Summit 2025. Hoy, en bus. En este Nº 41 recogemos un repaso de la actualidad desde que comenzara el año, con el foco puesto en la próxima celebración de CONFEBUS Summit 2025, que reunirá en Sevilla, los próximos 26 y 27 de marzo, a una alta representación del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, así como de los responsables de transporte de varias administraciones autonómicas, junto a personalidades de reconocido prestigio del Sector, que abordarán las últimas tendencias y retos, con el foco puesto en la movilidad sostenible, la colaboración público-privada, la financiación ‘verde’ y el turismo. Además, destacamos la consolidación del liderazgo del autobús en el transporte de viajeros; la solicitud de CONFEBUS a los directores generales de Transporte de medidas más competitivas para el sector; como el autobús se ha convertido en un aliado clave contra la pobreza de transporte; la defensa de la secretaria general de Transporte Terrestre, Marta Serrano, de la mejora continua del transporte público, en un encuentro organizado por Confebus; la alianza entre Defensa y las empresas del transporte de autobús para paliar la escasez de conductores; o como la presencia de las empresas de transporte en autobús se consolidó este año en FITUR; entre otras noticias destacadas del entorno nacional, europeo y autonómico, así como de nuestras organizaciones empresariales, empresas del sector, la industria…
Editorial nº41: El autobús vertebra el territorio
En España, la concienciación sobre la necesidad de reivindicar un transporte público de calidad está más viva que nunca. Una película de absoluto éxito, tanto en taquilla como en los principales premios cinematográficos del país, ‘El 47’, ha servido para sacar a la palestra y potenciar ese sentimiento de orgullo por una movilidad que llegue a todos los estratos sociales, tanto por su alcance a todo el territorio nacional como por su asequibilidad. No hay que olvidar que en estos dos aspectos el autobús juega un papel protagonista, sobre todo cuando supone ya más del 60% de los viajes realizados en transporte público y cuando tiene más penetración geográfica en España que cualquier otra alternativa de movilidad.
Aprovechando este viento de cola, el sector debe poner más en valor que nunca las bondades del transporte público de viajeros, que van mucho más allá de las ya mencionadas: por ejemplo, que se trata de la forma de movilidad más limpia y respetuosa con el medio ambiente. Esta característica es de suma importancia en el mundo actual, sobre todo con las pretensiones de la Comisión Europea de pelear por una transición energética que no deje a nadie atrás.
El ejecutivo comunitario, constituido a finales de 2024, se propone en sus cinco años de legislatura dar pasos decididos hacia esta transición, con un ambicioso Plan de Inversiones en Transporte Sostenible. Tal es el compromiso de la Comisión Europea con el transporte que ha denominado al sector la “espina dorsal” de la modernización económica e industrial del continente.
La comparación con la espina dorsal es muy acertada, como queda claro en España. Porque el transporte público, y muy especialmente el autobús, vertebra no solo la economía y la industria, sino también un territorio nacional con muchos pequeños núcleos municipales diseminados en zonas donde la despoblación continúa agravándose. Es allí donde más en riesgo puede estar la movilidad de las personas, puesto que esos lugares podrían sufrir un descenso en el número de líneas de transporte o en su frecuencia en aras del ahorro de costes, justificándose las administraciones públicas en un descenso de la población.
Es precisamente por ello por lo que hay que concentrar los esfuerzos en esas zonas, para poder asegurar que el transporte público siga siendo igual de democrático que siempre, llegando por igual a todos los ciudadanos, con independencia de su posición social y su ubicación geográfica. Es la forma más efectiva de combatir la `pobreza de transporte´, un concepto que la UE quiere visibilizar para poner remedio a la falta de alternativas de movilidad.
El Gobierno central, en su papel de garante de la igualdad real de los ciudadanos, ha de prestar atención a esta posible merma de derechos fundamentales. Tiene la ocasión de blindarlos a través de la Ley de Movilidad Sostenible, que se encuentra en tramitación en el Congreso. En concreto, esta nueva norma debería asegurar la financiación de todo el sistema de transporte en España y consolidar el modelo de colaboración público-privada en el país, que es el que ha asegurado la capilaridad y penetración del autobús a lo largo y ancho del mapa nacional.