La Comisión Europea ha presentado su propuesta para actualizar la Directiva 2015/2302 de la UE sobre paquetes de viaje. El objetivo es aumentar el nivel de protección de los consumidores y mejorar el funcionamiento del mercado interior en el sector de los paquetes de viaje, que combina diversos servicios (vuelos, alojamiento, alquiler de vehículos).
Esta propuesta toma lecciones de los perjuicios sufridos por los viajeros de paquetes que no fueron reembolsados en absoluto de su pago anticipado o que fueron reembolsados mucho después de los 14 días requeridos por esta directiva, durante la quiebra del operador turístico Thomas Cook en 2019 o las cancelaciones de viajes impuestas durante la crisis de la Covid-19.
“Estamos proponiendo reglas más resistentes para la protección de los consumidores y mejores garantías para las empresas de paquetes de viaje, un sector compuesto en su mayoría por pequeñas y medianas empresas, e incluso microempresas”, destacó el Comisario Europeo de Justicia, Didier Reynders, al presentar esta propuesta, subrayando también la importancia de aumentar la seguridad jurídica.
Información más clara
Los viajeros recibirán información clara que les permitirá saber si una combinación de servicios que se les ofrece constituye un paquete, así como información sobre la identidad del comerciante responsable y sus derechos como viajeros de paquetes.
La propuesta elimina la distinción actual entre los paquetes y los servicios de viaje vinculados, comprados en un único punto de venta. Si se compran diferentes servicios en el mismo punto de venta y al mismo tiempo, se considerarán como un paquete. Esto se aplica, por ejemplo, a la reserva de un vuelo seguida dentro de las 24 horas por una reserva de hotel en un sitio web.
En caso de catástrofe natural, sanitaria o conflicto militar importante en el país de origen o destino, los viajeros podrán cancelar su paquete.
Protección aumentada
Los pagos anticipados (anticipos) para los paquetes en el momento de la reserva no podrán superar el 25% del precio del paquete, a menos que los organizadores se enfrenten a costos que justifiquen un anticipo más alto, por ejemplo, el pago para garantizar un asiento o una habitación de hotel.
Los organizadores no podrán solicitar el pago total antes de 28 días antes del inicio del paquete. Cuando un servicio de viaje se cancele o no se proporcione, los organizadores de paquetes tendrán derecho a un reembolso por parte de los proveedores de servicios de viaje en un plazo de 7 días, lo que les permitirá reembolsar a sus clientes dentro del plazo establecido "sin poner en peligro su liquidez", precisó el comisario.
Cuando los viajeros o los organizadores cancelen un paquete, los viajeros recibirán información clara sobre sus derechos con respecto a los bonos de viaje, incluido su derecho a aceptar un bono o exigir el reembolso en 14 días.
La propuesta también aclara que los vales y los derechos de reembolso están cubiertos por la protección contra la insolvencia. Así, "si el reembolso se retrasa o si el consumidor acepta un bono y el organizador del paquete de viaje quiebra antes de que el consumidor haya podido usar su bono, el dinero del viajero estará protegido", explicó Reynders.
Además, los Estados miembros podrán establecer sistemas nacionales contra la insolvencia.