Los eurodiputados están listos para negociar con los Estados miembros nuevas medidas para reducir las emisiones de CO2 de los vehículos pesados nuevos -autobuses, camiones y remolques-.
• Autobuses urbanos de cero emisiones en 2030.
El pasado martes, 21 de noviembre, el pleno del Parlamento Europeo aprobó su posición negociadora por 445 votos a favor, 152 en contra y 30 abstenciones. Los eurodiputados quieren objetivos firmes de reducción de las emisiones de CO2para camiones medianos y pesados, incluidos los vehículos profesionales (como camiones de basura, volquetes y hormigoneras) y autobuses. Los objetivos serían del 45% para el período 2030-2034, del 65% para 2035-2039 y del 90% a partir de 2040.
Además, están de acuerdo con la propuesta de la Comisión de permitir exclusivamente el registro de autobuses urbanos nuevos de cero emisiones a partir de 2030 y proponen una exención temporal (hasta 2035) para los autobuses urbanos alimentados por biometano, bajo estrictas condiciones.
Ahora deben comenzar las negociaciones con los gobiernos de la UE, que ya han fijado su propia posición, sobre la formulación final de la legislación.
En el siguiente enlace se puede acceder al texto aprobado “Refuerzo de los objetivos de comportamiento en materia de emisiones de CO2 para vehículos pesados nuevos”, y a más información aquí.
Objetivos “poco realistas”
Para la IRU (International Road Transport Union), en la que está integrada CONFEBUS, la posición del PE establece objetivos poco realistas para los vehículos de emisiones cero, intenta débilmente tener en cuenta el papel de los combustibles neutros en carbono en la descarbonización, y pretende poner al sector del transporte de la UE en línea con los regímenes totalitarios mediante la imposición de objetivos de compra obligatoria para los operadores de transporte.
Al igual que el Consejo, la posición del Parlamento Europeo apoya ahora el objetivo demasiado ambicioso de la Comisión de reducir las emisiones de los fabricantes en un 45% para 2030, que aumentará al 65% a partir de 2035, antes de saltar al 90% a partir de 2040.
Raluca Marian, directora de Defensa de la UE de IRU, declara al respecto: “A pesar de las numerosas y firmes voces de la industria y de los numerosos diputados del Parlamento Europeo que piden una senda de descarbonización más sensata, el Parlamento ahora se dispone oficialmente a iniciar negociaciones a tres bandas con objetivos idealistas, desconectados de las posibilidades de suministro energético y de las realidades empresariales”.
A corto y medio plazo, no hay indicios de que la infraestructura para unos objetivos tan elevados de vehículos de emisiones cero para vehículos pesados vaya a estar lista para su despliegue a gran escala en zonas urbanas y en las principales redes de carreteras de la UE. Además de la falta de estaciones de recarga, no hay ningún plan a escala de la UE, ni ningún plan regional conocido, para las mejoras necesarias de la red eléctrica.
Aunque incluso el objetivo del 30% para 2030 es un gran reto, dada la falta de condiciones favorables, el Parlamento fija ahora la ambición en un 45% para dentro de sólo seis años.
Los combustibles neutros en carbono se contemplan relativamente
Por una ajustada mayoría, se rechazó la posibilidad de considerar los combustibles neutros en carbono de forma inmediata y efectiva a través de un factor de corrección del carbono.
En cambio, el potencial de los combustibles neutros en carbono sólo se reconoció tímidamente mediante una definición amplia, dejando abierta la posibilidad de que se tengan en cuenta en el futuro, en particular mediante el establecimiento de una metodología para la matriculación de vehículos pesados que funcionen exclusivamente con combustibles neutros en carbono. También se pide a la Comisión que presente un informe al Parlamento y al Consejo en el que se examine el papel de los biocarburantes y los combustibles renovables antes de diciembre de 2025.
Intento erróneo de fijar objetivos de compra obligatorios
Para empeorar las cosas, el Pleno ha aprobado objetivos de compra obligatorios para los operadores de transporte. La versión parlamentaria de la ley exige a la Comisión que presente una propuesta legislativa al Parlamento y al Consejo para aumentar la cuota de vehículos pesados de cero emisiones en propiedad o alquilados por grandes operadores de flotas.
“Lo que es totalmente inaceptable son los objetivos de compra obligatorios. Los operadores comerciales de transporte por carretera no realizan negocios basados en contratos públicos. Debe haber un límite al intervencionismo económico que vulnera de forma desproporcionada e innecesaria los derechos europeos consagrados a la propiedad y a la libertad de empresa. No podemos aceptar exigencias irrazonables a los operadores privados que trabajan con capital privado y son los únicos responsables de gestionar su propio riesgo operativo y financiero”, defiende Raluca Marian.
¿Queda alguna esperanza?
Las instituciones de la UE parecen alineadas para someter a la industria a una presión extrema, lo que no deja grandes esperanzas para las próximas negociaciones interinstitucionales. Al mismo tiempo, ni la UE ni los Estados miembros ofrecen una solución para unas condiciones propicias. Sin embargo, al igual que el Consejo, la posición del Parlamento adoptada establece la posibilidad de revisar la ley antes de la primera fecha límite, en 2030.
"Nos alegra ver que, como mínimo, el Parlamento ha confirmado la anticipación de la cláusula de revisión de los objetivos de 2028 a 2027, tal y como defendía la industria. Es la única esperanza que nos queda de que la política de la UE se ajuste a la realidad sobre el terreno, esperemos que mucho antes de 2030, cuando sería demasiado tarde", destaca Raluca Marian.