La Comisión Europea ha propuesto un período de gracia hasta finales de año para que camiones y autobuses registrados desde el 21 de agosto de 2023 estén equipados con el nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación (SMT2), tanto para el transporte nacional como internacional, como solicitó la IRU.
Los Estados miembros pueden ofrecer a los operadores un periodo de gracia hasta el 18 de agosto de 2025 para modernizar los vehículos pesados registrados entre el 21 de agosto de 2023 y el 31 de diciembre de 2023 con dispositivos SMT2. Esta fecha está alineada con la fecha límite de adaptación para los vehículos no equipados con dispositivos SMT2 que participan en operaciones de transporte internacional.
Al respecto, la directora de Defensa de la UE de la IRU, Raluca Marian, señala: “Nos alegra ver que la Comisión nos ha escuchado a nosotros y a los Estados miembros de la UE. Simplemente no hay suficientes dispositivos inteligentes del tacógrafo 2 disponibles en este momento. Sin este período de gracia, decenas de miles de camiones y autobuses nuevos se habrían quedado atascados en almacenes y estacionamientos en toda la UE”.
"Varios Estados miembros habían decidido unilateralmente proporcionar un período de gracia. Pero nos alegra ver que la Comisión ha intensificado y mostrado liderazgo al proponer un enfoque coordinado y armonizado. Si se impide la entrega de nuevos vehículos de última generación con dispositivos inteligentes del tacógrafo 1, evitaremos el funcionamiento de vehículos más respetuosos con el medio ambiente, poniendo en peligro los objetivos de reducción de CO2 de Europa”, agrega.
Los nuevos dispositivos SMT2 incorporan una serie de beneficios. En comparación con el tacógrafo inteligente de primera generación, el SMT2 incluye características adicionales como el registro automático de los cruces fronterizos y la posibilidad de que los encargados de hacer cumplir la ley vean los datos de forma remota.
El SMT2 es una herramienta clave para supervisar el cumplimiento de las normas de conducción y tiempo de descanso de la UE, así como de las normas de cabotaje e incluso de la posición de los conductores.
“Invitamos a la Comisión Europea a establecer un sistema de seguimiento para el proceso de adaptación. La IRU también establecerá su propio sistema de monitoreo para poder reaccionar a tiempo en caso de que el proceso de adaptación se retrase”, concluye Raluca Marian.