La IRU, de la que CONFEBUS forma parte, ha acogido con satisfacción la votación en la Comisión de Transporte y Turismo (TRAN) del Parlamento Europeo sobre las nuevas normas de CO2 para los vehículos pesados, estableciendo un ritmo más realista para la descarbonización del transporte por carretera y preservando las opciones tecnológicas esenciales, que incluirán baterías eléctricas, pilas de combustible de hidrógeno y motores de combustión basados en combustibles neutros en carbono o hidrógeno, en línea con las necesidades y necesidades del sector.
A principios de este año, la Comisión Europea propuso cambios clave en las normas de CO2 para vehículos pesados (HDV), una pieza de legislación que determinará los tipos de autobuses y camiones permitidos en las carreteras de la U,E estableciendo objetivos progresivos de cero emisiones de CO2 que los fabricantes tendrán que cumplir para las nuevas flotas de HDV para 2030, 2035 y 2040.
De este modo, TRAN, que desempeña un papel clave como uno de los comités de opinión del Parlamento sobre el expediente, ha adoptado su informe, que aporta mejoras clave a la propuesta de la Comisión Europea.
La directora de Defensa de la UE de la IRU, Raluca Marian, señaló al respecto: “Apreciamos e el pragmatismo de los miembros de TRAN, que decidieron dejar todas las opciones abiertas para los operadores de transporte”. “Como comité de origen de nuestro sector, TRAN entendió perfectamente la función esencial del transporte de pasajeros y mercancías, decidiendo estratégicamente aumentar su sostenibilidad sin convertirlos en objeto de un experimento”, agregó.
En particular, como pidió recientemente la IRU en una carta conjunta con los proveedores de automóviles, las enmiendas de TRAN incluyen la apertura tecnológica y dejarán un espacio adecuado para los combustibles neutros en carbono como una solución a largo plazo para el transporte sostenible de HDV, junto con la electrificación y el hidrógeno. Las enmiendas de TRAN lo hacen posible tanto a través de la inclusión de un factor de corrección de carbono en la legislación de CO2, como de objetivos realistas de cero emisiones.
¿Qué significan las enmiendas TRAN para los autobuses?
Para los autobuses, TRAN propone reducir el objetivo del 100% propuesto por la Comisión Europea para 2030 a un más realista 80%, que aumentará progresivamente al 100% en línea con el mercado y las condiciones de habilitación. Las ciudades y regiones europeas de toda la UE tienen una capacidad financiera desigual y no tendrán la posibilidad de subvencionar por unanimidad las condiciones propicias y cambiar completamente a los autobuses eléctricos de transporte público para 2030.
TRAN también reconoce el hecho de que los autobuses interurbanos deben estar sujetos a los objetivos establecidos para los autocares en lugar de los objetivos establecidos para los autobuses urbanos, sus perfiles de trabajo son más similares, como se solicitó en una carta conjunta de IRU, UITP y ACEA a principios de este año.
Los objetivos para los autocares se establecen por debajo de los de los camiones, en un reconocimiento bienvenido de la etapa inicial de desarrollo de tecnologías e infraestructura de cero emisiones para este tipo de vehículos colectivos de pasajeros.
“Al igual que los camiones no son coches, los autobuses urbanos no son autobuses regionales, y los autocares tienen su propia categoría. Estamos agradecidos a los miembros de TRAN por su interés en las especificidades de nuestro sector y sus múltiples funciones complejas, lo que se refleja en un buen resultado pragmático”, dijo Raluca Marian.
"Esperamos que el pragmatismo de la Comisión de Transporte y el profundo conocimiento que apoyó su posición inspiren a la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, la comisión principal del expediente, y, en última instancia, a su pleno, a alcanzar un resultado que realmente permita la descarbonización del transporte”, concluyó.