· La ministra asistió al inicio de las obras del carril bus, que permitirá reforzar el transporte público en el área metropolitana de Barcelona, contribuyendo a reducir los tiempos de viaje en hasta 15 minutos.
· La actuación se pone en marcha nueve meses después de la firma del convenio entre el Ministerio y la Generalitat de Cataluña, que contempla que el Estado financia las obras y el Govern las ejecuta.
· Mitma invertirá hasta 20 millones de euros de los fondos europeos NextGenerationEU en el nuevo carril bus, que tendrá siete kilómetros de longitud y beneficiará a 500 servicios diarios y a más de 4 millones de usuarios.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha destacado la importancia de alcanzar acuerdos entre administraciones para poner en marcha proyectos que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, como la construcción del carril bus de la carretera B-23, que ayudará a mejorar el transporte público y la movilidad en el área metropolitana de Barcelona y el Baix Llobregat, reduciendo los tiempos de viaje en el acceso a la capital catalana en hasta 15 minutos.
“Este proyecto, que tiene un impacto directo en la vida cotidiana de los ciudadanos, es un gran ejemplo de lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos. La colaboración entre administraciones es fundamental para garantizar el éxito de cualquier proyecto de infraestructuras importante”, ha asegurado la ministra durante el acto de inicio de las obras del carril bus, que se celebró el pasado viernes, 24 de marzo, junto al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès.
Y es que las obras del carril bus de la B-23 son hoy una realidad gracias al convenio firmado entre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) y el Gobierno regional de Cataluña hace nueve meses. Un convenio en el que se acordó que el Estado financia las obras con hasta 20 millones de euros de los fondos NextGenerationEU del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y la Generalitat las ejecuta con el compromiso de traspasar la titularidad de la vía estatal a la comunidad autónoma tras su finalización, en un plazo estimado de 29 meses.
“Hoy ponemos la primera piedra, pero no es el primer paso. Venimos de lejos. Un inicio que se remonta a 2011. Entonces ya estuvo a punto de firmarse un convenio, pero por discrepancias de ultimísima hora, el texto terminó en un cajón y, pese a la necesidad, nadie quiso recuperarlo hasta 2018, cuando se convirtió en una prioridad para este Gobierno. Las buenas soluciones terminan llegando. Se avanza, tarde, pero se avanza”, explicó Raquel Sánchez antes de incidir en que este convenio es un ejemplo más de que Estado y Generalitat “estamos llegando a acuerdos sobre las infraestructuras que Cataluña necesita”.
El futuro carril se desplegará por el interior de la calzada actual de la B-23, ocupando la media actual sin separación física y sin espacio para paradas y abarcará unos 7,2 km entre el punto de conexión con la autovía A-2 y, ya en la ciudad de Barcelona, la intersección entre al Avda. Diagonal y la calle Torre Melina. Se espera que el carril asuma a diario más de 600 expediciones de autobús, con unos 4 millones de pasajeros anuales beneficiados.
Calidad de vida
Además, reveló que detrás de la firma del convenio y la colaboración se encuentra un alineamiento de prioridades: la promoción del transporte público, la reducción de emisiones y la mejora de la calidad de vida. Así, el objetivo del carril bus en la autopista B-23 es potenciar la movilidad sostenible y mejorar el tráfico y reducir los tiempos de viaje en el acceso a Barcelona de más de cuatro millones de usuarios, lo que les permitirá ganar tiempo, mientras se contribuye a luchar contra el cambio climático.
“La magnitud real de las inversiones que impulsamos la debemos medir en la mejora calidad de vida que generan en la ciudadanía. Cinco, diez o hasta quince minutos menos cada día, cinco días a la semana suponen mucho tiempo. Suponen mucha vida ganada con una infraestructura, con una política de movilidad. El tiempo debe ser un objetivo prioritario de nuestras políticas urbanas y de movilidad”, resaltó la titular de Mitma.
Con esta actuación, se espera un ahorro de tiempo a los autobuses de 10 minutos en hora punta, y de 15 minutos en hora súper punta en la entrada a Barcelona. Es decir, un ahorro de tiempo global para los usuarios de 237.300 horas/año.
La ministra también ha querido destacar que se está llevando a cabo una importante labor para transformar la movilidad, tanto a nivel estatal y autonómico, como desde el mundo local, con, por ejemplo, ayudas europeas a municipios para implantar zonas de bajas emisiones, que permiten apoyar la extensión de itinerarios peatonales, de nuevos carriles bici o la descarbonización y digitalización de las flotas de vehículos de transporte público.
Esta actuación está incluida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), por lo que se financia con cargo a los fondos europeos de recuperación NextGenerationEU, a través de una encomienda de gestión que refleja, una vez más, que la cogobernanza de los fondos europeos de recuperación es clave para su máximo aprovechamiento.