Según ha manifestado
recientemente BusinessEurope, la
Unión Europea es uno de los mejores lugares del mundo donde vivir y desarrollar
una actividad empresarial. Sin embargo, se enfrenta hoy a retos trascendentales
sin precedentes en toda su historia, en gran parte motivados por la
incertidumbre y la pérdida de confianza en el proyecto europeo. Las
instituciones comunitarias deben ser el lugar desde el que dar una respuesta
conjunta a tales desafíos.
Por ello, la Unión Europea necesita más que nunca buscar nuevas soluciones en aquellas áreas en las que pueda aportar beneficios concretos y mejorar la acción de la UE con un claro valor añadido en aspectos claves como el mercado único, la moneda única, la política comercial común, la innovación y la seguridad.
Las empresas, como principales creadores de empleo y crecimiento, tienen un papel central que desempeñar como base para el progreso económico y social de la UE. Las empresas europeas solo estarán dispuestas a cumplir plenamente su papel si se mantiene su competitividad y sostenibilidad económica.
En un reciente documento de posición (“The way forward: the business vision for the future of theEuropean Union”), BusinessEurope manifiesta su total compromiso con la necesidad de llevar a cabo los esfuerzos adecuados para construir una Europa más fuerte. Mejorar la adaptación del proyecto europeo es un proceso continuo y la situación actual es una ventana de oportunidad para tomar decisiones importantes al respecto.
BusinessEurope y sus asociaciones miembros tienen metas ambiciosas para Europa. Sobre la base de los cinco escenarios posibles planteados por la Comisión Europea en su Libro Blanco sobre el futuro de Europa, se han discutido diversas propuestas para impulsar la UE.
De todos los escenarios descritos en dicho documento, el primero y el segundo ("seguir igual, continuando con las actuales políticas" y "centrarse solo en el Mercado Único") no se consideran opciones apropiadas para avanzar en la construcción europea. Sin embargo, BusinessEurope comparte el cuarto escenario ("hacer menos de forma más eficiente") y algunos aspectos del quinto ("hacer más de manera conjunta").
Partiendo de estos criterios, BusinessEurope, la asociación que aglutina a las organizaciones empresariales más representativas de los países europeos, considera fundamental para el futuro de la Unión Europea avanzar en las siguientes áreas prioritarias:
1. Completar y fortalecer el Mercado Único, pieza central del éxito de la UE y el instrumento más importante para obtener beneficios tangibles, prosperidad y bienestar para sus ciudadanos y empresas. Para éstas, es básico que los requerimientos extras o diferenciadores a nivel nacional sean los mínimos y solo se mantengan cuando esté justificado.
La adecuada implementación y aplicación de la legislación acordada por la UE es clave para crear un marco de confianza y certeza en los negocios, además de eliminar obstáculos aún existentes al libre movimiento y al acceso a los mercados en beneficio de consumidores y empresas.
La reducción de los costes regulatorios que soportan las empresas con mejoras concretas y facilitar la transición hacia un verdadero mercado único digital son otras de las reivindicaciones de BusinessEurope para una Unión Europea más fuerte.
2. Reforzar la política comercial de la UE y su liderazgo en el proceso de globalización de la economía mundial mediante el fortalecimiento de la capacidad de las empresas europeas para afrontar la competencia global, concluyendo para ello acuerdos comerciales ambiciosos con otras regiones y países que creen nuevas oportunidades de inversión y acceso a otros mercados.
Son necesarios acuerdos con otros nuevos actores globales, en especial con China, para establecer un marco de relaciones económicas mutuamente beneficiosas en igualdad de condiciones.
3. Profundizar la Unión Económica y Monetaria avanzando en su consolidación y estabilidad y completando la integración en los ámbitos económico, financiero y fiscal, incluyendo el mercado de capitales.
4. Lanzar una política industrial renovada para Europa. La UE debería abordar con urgencia políticas para recuperar la competitividad de su sector industrial con una estrategia de colaboración entre industria y servicios basada en la apertura, la innovación, la digitalización y el progreso tecnológico.
5. Promover una inversión pública y privada de calidad utilizando diversos instrumentos para diferentes objetivos, incluyendo la política de cohesión, un fondo europeo para la inversión estratégica y una acción efectiva que elimine las barreras a la inversión. La UE tiene que promover la inversión pública productiva, reforzando el apoyo y los incentivos para que los gobiernos orienten el gasto público hacia una inversión de calidad que favorezca el crecimiento a largo plazo.
6. Modernizar la política presupuestaria de la UE y la política de cohesión. Los presupuestos comunitarios deben combinar predecibilidad con una mayor capacidad para reaccionar ante acontecimientos inesperados e incluir nuevas prioridades como la seguridad y la defensa, alentar la innovación y avanzar hacia unos presupuestos basados en los resultados.
La política de cohesión tiene que responder a criterios de racionalidad, competitividad y mejora estructural. Su funcionamiento tiene que actualizarse y simplificarse y formar parte de la estrategia europea de inversión con un claro enfoque territorial, facilitando a cada región los instrumentos para mejorar sus condiciones estructurales y su competitividad.
7. Impulsar la dimensión social mediante la creación de empleo, prestando especial atención a reducción del desempleo juvenil y del desempleo de larga duración. Europa necesita más empleos y no más medidas legislativas que limiten la creación de empleo. Las reformas de los mercados laborales solo pueden abordarse a nivel nacional y la legislación comunitaria no puede convertirse un lastre que limite la capacidad de las reformas para crear empleo. La convergencia económica y social es un proceso gradual, pero las competencias nacionales deben ser respetadas.
Empresas y trabajadores deben ser apoyadas en sus esfuerzos. La legislación debe siempre dejar espacio a las iniciativas de inversión privada. La autonomía de empleadores y trabajadores, como agentes sociales, debe respetarse a todos los niveles, incluyendo el comunitario.
Empleadores y trabajadores están a menudo predispuestos a encontrar soluciones a los problemas planteados. Esta capacidad no debería ser socavada por una legislación excesiva y en ocasiones incoherente.
8. Mejorar la seguridad para los ciudadanos, gestionar la inmigración, proteger Schengen e impulsar una defensa común. La seguridad está hoy en el centro de las preocupaciones de los ciudadanos y es una condición necesaria para la estabilidad económica y el crecimiento. La cooperación en la gestión de fronteras, políticas de asilo y terrorismo debería ser más sistemática.
Para gestionar la inmigración de manera adecuada, los Estados miembros deben integrar aquellos migrantes legalmente establecidos en Europa; las organizaciones empresariales y las propias empresas siguen tomando iniciativas que contribuyen a ello. En términos de defensa, hay que incrementar la capacidad de I+D y desarrollar soluciones competitivas con efectos inducidos sobre la economía.
9. Facilitar que Europa desempeñe un papel fundamental en la política exterior a nivel global. La UE tiene que hablar con una sola voz en asuntos de política exterior. Frente a los problemas globales, la UE, con su capacidad diplomática, tiene que reforzar su presencia en los foros internacionales para contribuir a la estabilidad mundial.
BusinessEurope y sus organizaciones integrantes permanecen unidas en su apoyo al proyecto de integración europea, basado en los valores europeos compartidos, y está dispuesta a contribuir a su continuo progreso.